La polarización afectiva se ha convertido recientemente en uno de los fenómenos de mayor interés para los investigadores sociales. El elevado número de trabajos sobre este concepto requiere de una revisión sistemática que permita organizar sus principales teorías explicativas. A continuación, se presenta un debate sobre las dimensiones distintivas de la polarización afectiva, una polarización política con efectos no políticos, y sobre las hipótesis que nos ayudan a comprender su aparición, desde la perspectiva de las masas, las élites y el ecosistema mediático. Particularmente, se enfrenta la posibilidad de que la radicalización ideológica se sitúe como origen de esta polarización emocional o que, por el contrario, sin estar tan alejados en las ideas, sea la constitución de las identidades políticas como identidades sociales lo que provoque una sensación perceptiva de falsa polarización que induzca mayor animosidad entre los partidarios de los grupos en conflicto.