Si bien Arendt nunca usó explícitamente el término biopolítica, de sus análisis sobre el totalitarismo y de sus planteamientos sobre la modernidad puede emerger una noción negativa de biopolítica. Sin embargo, según Agamben, Arendt no logró desprenderse de esa noción negativa, mientras que Esposito considera que su concepto de vida es limitado y le impide pensar en la dirección correcta el vínculo entre política y vida. Este ensayo se propone profundizar en la noción arendtiana de vida para discutir si la autora puede enfrentar adecuadamente una biopolítica negativa y si, además, puede dejar abierta la posibilidad de una biopolítica positiva que acoja la vida de los individuos en su singularidad.